Somos humanos, por lo tanto, solemos anhelamos cosas, incluyendo ganar la lotería. Y cuando obtenemos lo que queremos, anhelamos un poco más. ¿O realmente piensa que será suficiente luego de ganar el gran premio?
Nuestros deseos pueden variar de persona en persona, así como pueden variar los deseos. A veces anhelamos una emoción o condición, y en otras oportunidades deseamos un buen plato de pasta. Pero cuando se trata de grandes cosas, como seguridad y finanzas, todos lo anhelamos, creyendo que nos traerá felicidad. Pero ¿podremos lograrlo ganando la lotería?
La Mente Humana y La Lotería
Para responder a la pregunta principal, debemos ir más profundo. Todavía hay mucho que investigar sobre la mente humana, pero hay algunos puntos en que los científicos del comportamiento están de acuerdo, principalmente cuando tratan de dar una explicación del por qué jugamos a la lotería y en qué creemos que nos beneficiará el ganar la lotería. Por ejemplo, pareciera que las personas que juegan a la lotería suelen ser muy optimistas.
Curiosamente, la razón de este optimismo es debido a que el cerebro no es capaz de procesar las probabilidades de la lotería. En otras palabras, realmente no estaremos plenamente conscientes (al menos en este punto de la evolución) que tan pequeñas son nuestras probabilidades de ganar la lotería, lo que nos hace totalmente optimistas (también nos convierte en alguien que tiene posibilidades de ganar la lotería).
Por supuesto, cuando uno es optimista, atrae la idea de jugar, pero eso no significa que encontrará la felicidad cuando alcance la meta que tanto ha anhelado, que es en este caso ganar la lotería.
Sucede lo mismo con la lotería y con todo en la vida: no le traerá felicidad a menos de que ya sea feliz, por así decirlo. Desde luego, estamos hablando de felicidad a largo plazo; nadie pone en duda que probablemente que salte de la felicidad en el momento exacto que gane la lotería, además de sentirse extasiado en primera instancia.
La Dura Verdad
Puede que esto suene duro, pero estamos aquí para hablar de la verdad: no hay manera de que un evento externo pueda cambiarlo a largo plazo. Y eso es un hecho confirmado a través de varios estudios. Por supuesto, le puede ayudar a vivir con más seguridad y libre de deudas, pero no espere un toque de Midas, porque al terminar la emoción principal, se acostumbrará a cosas nuevas y volverá a ser el mismo de siempre. Seguirá siendo el mismo después de ganar la lotería, solo que tendrá otras preocupaciones, a menos de que cambie su forma de enfrentarse a la vida, si cree que necesita esa clase de cambios. Y todo lo que eso incluye, solo lo sabe usted.
El veredicto final (y Trampa 22) es este: no espere que ganar la lotería le traiga la felicidad eterna, y ciertamente lo hará. Además, no olvide que pueden haber muchas desventajas al jugar (y ganar), pero siempre nos arriesgaremos, esperando tener un poco de suerte (y felicidad), incluso con las desventajas existentes.
Cambie hoy el curso de su vida y comience a jugar. O al revés.